VERACRUZ, UN ESTADO FALLIDO MARCADO POR LA VIOLENCIA Y LA REPRESIÓN POLÍTICA

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VERACRUZ, UN ESTADO FALLIDO MARCADO POR LA VIOLENCIA Y LA REPRESIÓN POLÍTICA

Morena bajo la sospecha de crímenes contra opositores

ALMA GRANDE

Por Ángel Álvaro Peña

La detención del presidente municipal electo de Cazones, Omar “N”, como presunto autor intelectual del crimen del candidato, René Tovar, es motivo de fiesta en el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez. Pero ¿hay algo que celebrar cuando Veracruz fue el primer lugar nacional en asesinatos de aspirantes, candidatos, políticos y servidores públicos durante el pasado proceso electoral?

La Fiscalía de Veracruz resultó más rápida que el FBI o Scotland Yard, porque en solo 6 días ya sabían quién era el autor intelectual e incluso, el secretario de Gobierno Eric Cisneros, el 10 de junio se pavoneaba diciendo que iba a ser una sorpresa para muchos en Cazones el saber quiénes participaron en el asesinato del candidato de Movimiento Ciudadano.

Como ya es costumbre, a los funcionarios de la FGE se les olvidó algo importante, detener a los autores materiales del crimen. Mientras esto no suceda, el caso contra Omar “N” es una torre de naipes, que será cuestión de tiempo para que se desplome.

Si bien las elecciones favorecieron a Morena en Veracruz, no deja de ser preocupante la violencia que se presentó durante el proceso electoral. Lo más extraño es que muchos conflictos que terminaron en violencia ocurrieron en municipios donde Morena no tenía posibilidad de ganar, como Coxquihui, Tlalixcoyan, Santiago Tuxtla y Castillo de Teayo.

Durante el proceso electoral que inició en septiembre del 2020 y concluyó el 6 de junio, en Veracruz asesinaron a 25 políticos y servidores públicos. De estos, 9 eran aspirantes y candidatos, según datos del Séptimo Informe de Violencia Política de la consultora Etellekt.

En total, Veracruz registró 152 agresiones contra políticos, una cifra muy superior en comparación a la elección pasada, cuando se presentaron 50.

Veracruz y Campeche son los estados con mayor incremento porcentual en delitos contra políticos en relación con la última elección.

A nivel nacional, durante el pasado proceso electoral ocurrieron 102 homicidios de políticos, 14 colaboradores y 41 familiares. Adicionalmente asesinaron a 108 servidores públicos, entre ellos funcionarios electorales y mandos policiacos.

Lo que más sorprende es que la violencia afectó mayoritariamente a políticos y candidatos opositores a los gobiernos estatales, en el 75% de los casos.

Además, el 75% de los aspirantes y candidatos agredidos eran opositores a los alcaldes de municipios en donde competían. De igual forma, el 76% de las personas políticas asesinadas eran opositoras a los partidos de los gobernadores.

De los 1,066 delitos cometidos contra políticos, 361 se cometieron en municipios gobernados por Morena.

Con tantos asesinatos de políticos ocurridos en Veracruz en los últimos meses, ¿se puede celebrar la detención del supuesto autor intelectual del crimen del candidato de Cazones? La respuesta es obvia.

De hecho, Veracruz es un estado fallido en materia de procuración de justicia, porque desde la llegada de la Fiscal Verónica Hernández Giadáns esa institución se ha dedicado a perseguir políticos perredistas y panistas, entre ellos Rogelio Franco y Gregorio Gómez.

Pero no solo la Fiscalía está al servicio del gobernador, también el poder Judicial del estado, cuyos jueces legalizan detenciones que son montajes para culpar a inocentes.

Lo que los morenistas no se han dado cuenta es que, en la pasada elección del 6 de junio, la coalición PAN-PRI-PRD no estuvo tan lejos del número de votos de Morena-PT-PVEM.

A como van las cosas, Morena perderá la elección a gobernador en Veracruz en la próxima contienda. No falta mucho para que las reses de hoy sean los carniceros del mañana…