SE UNEN EL AGUA Y EL ACEITE
Alianza electoral sin precedente #ALIANZA #PARTIDOSPOLITICOS
SE UNEN EL AGUA Y EL ACEITE
Alianza electoral sin precedente
La guerra electoral comienza con uniones que en otro tiempo pudo haber sido imposible, los une un enemigo común
Por Ángel Álvaro Peña
Ante la discusión en la cúpula del PAN para aliarse con el PRI, pueden advertirse dos razones de peso, la primera y más urgente es la de conservar el registro ante el INE, ya que el PAN no tiene fuerza nacional al haber perdido su registro en Tabasco en las elecciones de 2018. La otra razón es que haciendo a un lado la responsabilidad original de todo partido político de luchar por el poder, la alianza en 158 distritos electorales entre PAN y PRI consiste en no permitir que Morena gobierne con tanto consenso en el Congreso. Es decir, con la actitud de que, si no gobierno yo, tampoco voy a dejar gobernar.
Al PRI y al PAN además de tratar de conservar su registro lo que les interesa es arrebatar la mayoría en las cámaras, lo cual intentarán lograr en esta alianza entre ellos dos y el PRD. Lo cierto es que el futuro de los dos partidos está marcado por su pasado, que es su mayor lastre. Sin embargo, Morena no puede, no debe confiarse a su elección pasada, donde arrasó porque tenía en López Obrador su mejor cobijo. Esta vez no estará en las boletas y el tsunami no sólo no existirá, sino que es evidente que perdió fuerza.
En realidad, podemos ver que la fuerza con la que compitieron hace poco más de dos años los partidos políticos no es la misma para ninguno de ellos. Sin excepción están divididos, desgastados, desprestigiados.
Por ejemplo, Movimiento Ciudadano tuvo una escisión en Yucatán, donde las diputadas Silvia López Escoffié y Milagros Romero Bastarrachea renunciaron a su militancia en ese partido al saber que llegaría a sus filas la exgobernadora priista Ivonne Ortega Pacheco, a quien repudian precisamente en su tierra natal.
Según las legisladoras, la exmandataria “personifica uno de los episodios más tristes de corrupción en la historia de Yucatán”, este estado fue un bastión del PRI por muchos años, ahora con la gubernatura del panista Mauricio Vila Dosal, ha convertido a la entidad en una de las más seguras del país.
Ivonne Ortega salió del PRI en 2018 al no ser considerada para competir por la candidatura a la Presidencia de la República. Ahora fue presentada en Movimiento Ciudadano el 31 de octubre como coordinadora nacional para el Empoderamiento Ciudadano de ese partido.
En la larga asamblea del PAN hubo descontento, se extendió una hora más de lo previsto, donde el senador Damián Zepeda rechazó en todo momento aliarse con el partido contra el que siempre habían luchado. Considera Zepeda que la alianza entre su partido con el PRI, rumbo a las elecciones de 2021, le harán el “trabajo” al presidente Andrés Manuel López Obrador, pues con ello confirmarían su narrativa sobre el “PRIAN” y que todos son lo mismo.
El argumento de Zepeda es muy parecido al del propio López Obrador, quien dijera que esa alianza sería una especie de bumerán, el panista señaló: “Parte de mi argumentación es que la ciudadanía no va a querer esa alianza y creo que al presidente le estamos haciendo el trabajo, tiene toda una vida hablando del PRIAN, empaquetando a todos, diciendo que todos son lo mismo. Y hoy con esta alianza le están haciendo el trabajo, le están confirmado su narrativa, se está riendo solo, los buenos y los malos, que pena, pero le están haciendo el trabajo al presidente”.
Otros panistas que se pronunciaron contra esta alianza, que denominan antinatura, son Kenia López Rabadán y Gustavo Madero, quienes se mostraron no sólo inconformes sino indignados por el acuerdo. Mostraron una indignación que puede resultar en su salida de Acción Nacional.
Por su parte, en la asamblea se consideró la posibilidad de analizar alianzas con el PRD y el PRI para las gubernaturas de Baja California, Baja California Sur, San Luis Potosí, Tlaxcala, Zacatecas, Colima, Nayarit, Sonora, y Michoacán.
El consejo panista autorizó suscribir alianzas parciales con otros partidos, con excepción de Morena.
Es decir, toda la oposición partidista se une contra Morena con el fin de equilibrar poderes. Por su parte, los partidos que buscan registro definitivo tendrán que competir solos, es decir, sin alianzas electorales, debido a que deben mostrar músculo ante la sociedad y el INE.
La aparición de tres partidos políticos, todos ellos alejados de la derecha, colocan en este marco de referencia ideológica a los tres partidos en alianza junto con Movimiento Ciudadano. Es decir, nadie dudaría en pensar que la derecha se unió, no sólo se mostró la existencia del PRIAN, sino que la derecha en su conjunto quiere arrebatar la mayoría en el Congreso a la izquierda.
Se trata de una especie de bipartidismo disfrazado con muchos colores, pero son dos bandos que seguramente se definirán mejor en 2024. La izquierda contra la derecha en las urnas como campo de batalla. Una izquierda moderada ante una derecha que abarca todos su matices y radicalismos.
Pero más allá de una diferencia de ideas está la gran diferencia de fechas de nacimiento. Es decir, se enfrentan y seguirán enfrentándose los partidos nacidos el siglo pasado y los que nacieron este siglo. Es decir, el pasado y el presente. Unos rememoran mejores tiempos idos y otros quieren renovar y transformar. Los mexicanos decidirán.
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