POR PRIMERA VEZ OCHO MUJERES SERÁN ALCALDESAS EN LA CIUDAD DE MÉXICO
Por primera vez la mitad de las 16 alcaldías serán gobernadas por mujeres y la mitad de ellas serán militantes de los partidos opositores al Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo. #MUJERESALCALDESAS #CDMX
POR PRIMERA VEZ OCHO MUJERES SERÁN ALCALDESAS EN LA CIUDAD DE MÉXICO
Ciudad de México. En la Ciudad de México, donde confluyen las demandas y movimientos feministas de todo el país, por primera vez la mitad de las 16 alcaldías serán gobernadas por mujeres y la mitad de ellas serán militantes de los partidos opositores al Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo.
Los resultados preliminares de la jornada electoral del 6 de junio muestran que a partir de este año se incrementará el número de mujeres al pasar de cuatro alcaldesas en 2018 a ocho en 2021.
Este año llegarán al poder Lía Limón García en Álvaro Obregón; Margarita Saldaña Hernández en Azcapotzalco; Sandra Cuevas en Cuauhtémoc; Judith Vanegas Tapia en Milpa Alta; Araceli Berenice Hernández Calderón en Tláhuac; Alfa Eliana González Magallanes en Tlalpan; Evelyn Parra Álvarez en Venustiano Carranza y Clara Brugada Molina es la única mujer que consiguió la reelección, como alcaldesa en Iztapalapa.
En esta ciudad concluyen su gestión Patricia Ortiz Couturier, al frente de la alcaldía de Magdalena Contreras y Patricia Elena Aceves en Tlalpan. En el caso de Clara Brugada, este era su último año en Iztapalapa, pero consiguió ser reelecta; mientras que Layda Sansores San Román previamente dejó el cargo en Álvaro Obregón para buscar la gubernatura de Campeche.
En entrevista la investigadora en democracia y paridad, Esperanza Palma Cabrera, expuso que aunque el ambiente político provocó que no hubiera espacio para exponer temas de la agenda feminista y la discusión pública se volcó en la defensa de los pesos y contrapesos y de las instituciones democráticas, la elección en la Ciudad de México estuvo marcada por las demandas previas de los colectivos de mujeres y el movimienro feminista.
Más mujeres, más pluralidad
Todas las campañas electorales en México estuvieron atravesadas por la polarización nacional y esto fue relevante porque los discursos públicos eran a favor o en contra del proyecto de la Cuarta Transformación, es decir de los cambios impulsados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y de la coalición opositora creada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD)
“Me parece que en las campañas no hubo de manera prioritaria una agenda de género, mucho menos feminista; hubo demandas, propuestas sueltas, declaraciones. Por ejemplo, de decir: estamos en contra y vamos (en cualquier tema), pero eso no es más que consignas. Tuvimos candidaturas paritarias pero por otro lado nos faltó –y lo han señalado varios colectivos feministas– discutir y ver la agenda por la igualdad”, detalló Palma Cabrera.
La Ciudad de México no estuvo ajena a este escenario de polarización. Sin embargo, para la investigadora de la UAM-Azcapotzalco, en la capital del país jugó un papel interesante el voto de las militantes del movimiento feminista porque en esta ciudad confluyen todas las manifestaciones y marchas de las mujeres, desde aquellas que denuncian acoso sexual, desapariciones de mujeres y violencia feminicida hasta las que piden la despenalización el aborto en otras entidades.
Los datos preliminares indican que cuatro de las ocho alcaldías que serán encabezadas por mujeres son resultado de las candidaturas de alianza de los partidos PAN, PRI y PRD: Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Cuauhtémoc y Tlalpan.
Además, detalló Palma Cabrera, hay casos destacados como el de Sandra Cueva, personaje con trayectoria política, pero menos conocida entre la ciudadanía. Aun así Cuevas ganó la elección en un bastión de Morena y frente a Dolores Padierna, quien es una reconocida mujer de la política de izquierda, primero como militante del PRD y ahora en Morena.
Para la también integrante de la Red de Politólogos “No Sin Nosotras”, esta elección reveló que Morena está perdiendo el apoyo de las clases medidas. Al menos en la Ciudad de México, el partido fundado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (quien fue jefe de Gobierno cuando esta ciudad era aun Distrito Federal, del 2000 al 2005) perdió el apoyo de la clase media, aunque aún mantiene una base popular.
El feminismo, un factor de la elección
Esperanza Palma consideró que hay muchos factores que influyeron en esta elección, entre ellos el nivel de escolaridad y el ingresos del electorado, pero también hay que considerar el papel que jugaron las mujeres ante la falta de atención a sus demandas. Aunque los colectivos de ciudadanas lograron comunicación con la Jefa de Gobierno y su gabinete, esta fue insuficiente.
En la Ciudad de México resonaron las declaraciones de López Obrador sobre el feminismo. Sólo el año pasado el presidente afirmó que había gente infiltrada en contra de su gobierno y que utilizaban el feminismo para atacarlo. En otro momento también dijo que 90 por ciento de las llamadas para denunciar actos violentos contra las mujeres eran falsas. Con su política de austeridad autorizó recortes para programas de estancias infantiles y refugios para mujeres víctimas de violencia y para centros para mujeres indígenas, entre otros.
En esta capital, recordó la doctora en Ciencias Políticas, el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el gobierno capitalino desplegó policías y cercó con paredes metálicas el Palacio Nacional, sede del Ejecutivo y residencia oficial del presidente Andrés Manuel López Obrador, blanco de las críticas por su actitud frente al movimiento feminista. Esta es sólo una de las manifestaciones donde se desplegó a la policía.
En el resto del país, explicó, el feminismo estuvo presente y habrá que ver los resultados electorales. La académica insistió que es necesario tener más mujeres haciendo política porque más allá de sus orientaciones ideológicas, su participación es un tema de justicia e igualdad política. Hasta ahora, dijo, las democracias no han sido capaces de remover una serie de obstáculos culturales e institucionales dentro y fuera de los partidos para que las mujeres sean candidatas y ganen elecciones. En la Ciudad de México ya se están dando pasos hacia adelante.
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