MEDIOS PARCIALES
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MEDIOS PARCIALES
Bisagra
Por José Páramo Castro
La matanza en Reynosa, donde 15 personas perdieron la vida, tiene diferentes aristas y es necesario que, paralelamente a la tragedia que esto representa, se rescaten factores que deben servir para el análisis de la realidad mexicana.
En medio de un drama, de la violencia entretejida en varias regiones del país desde hace años, la consigna de algunos comunicadores prevalece ante la tristeza de las víctimas y la indignación de la población.
Verónica Aimee García Olguín, sobreviviente de la masacre cometida el 19 de junio en Reynosa, Tamaulipas, narró en entrevista con Carmen Aristegui los hechos ocurridos frente a su casa donde murieron su padre, Jerónimo García, de 63 años, su madre Alicia, de 60 años, y su hermano Alfredo, de 30.
La acompañó a la narración de los hechos su esposo Alan Javier Cruz Francisco, quien en la descripción de los hechos solicitó muy atentamente a la periodista Denisse Maerker, que no especulara sobre lo sucedido en Reynosa debido a que sus afirmaciones acerca de que nadie estaba haciendo su trabajo en esa ciudad de Tamaulipas sólo complicaba el problema y enfrentaba a la población. Reiteró que debía ser más seria en sus apreciaciones sobre una realidad que a todas luces desconoce y que con su manera de informar sólo estaba haciendo más compleja la situación.
Si esto le hubiera sucedido a un médico en una tarea similar ya le hubieran suspendido la licencia, lo mismo a un ingeniero civil, o a un dentista. Este tipo de correcciones al trabajo periodístico no sólo deben dar vergüenza, sino que implican una renuncia ante la población por faltarle al respeto y a la empresa por no cubrir el perfil exigido por toda compañía de noticias digna de serlo.
Sin embargo, en México, respecto al periodismo no pasa nada. Eso sí, cuando se trata de hablar de limitar el derecho a la información los primeros en protestar por esta supuesta represión son los mismos medios que utilizan la mentira todos los días como estilo de información.
Cuando la víctima de un hecho solicita a un periodista no mentir, es que desde diferentes sectores de la población se hace necesario rescatar al periodismo de la falsedad en la que se hunde cada día más la manera de comunicar en el país.
El clima de inseguridad que se vive en esa entidad donde se dejó crecer a la delincuencia organizada hasta adueñarse de cada rincón, no resiste una mentira más sobre el tema porque puede haber consecuencias fatales. Es decir, la mentira desatada desde los medios convencionales se convertiría en el anuncio de otros asesinatos, y ni siquiera por ello la información emanada tiene consecuencias que paga la sociedad, todo para desgastar al gobierno.
La mentira, la especulación, los comentarios mal intencionados, el sesgo en los datos, las notas tergiversadas ya son un agravio a la población, pero en lugares como Reynosa, donde la violencia es cotidiana, la especulación informativa que denunció Cruz Francisco debe poner alerta a la población y continuar, desde diferentes aristas, denunciando la desinformación que existe en México, que pareciera ser peor que la epidemia de Coronavirus.
El descontento de algunos por corregir a los periodistas, quienes con buena o mala intención tergiversan la realidad, exige de mayores espacios donde la población reclame cómo afecta la mentira a la sociedad en general.
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