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LA CELEBRACION DEL PRIMER VIERNES DE MARZO EN LA REGION DEL TUZTLAN

COLUMNA UN DISPARO A LA MEMORIA #Columnas

LA CELEBRACION DEL PRIMER VIERNES DE MARZO EN LA REGION DEL TUZTLAN

UN DISPARO A LA MEMORIA

Carlos Rafael Mendoza Hernández

Tomando como base mi publicación realizada en el 2019 les muestro la siguiente crónica

La región del Tuztlan a través de sus ancestrales costumbres prehispánicas, conserva en la actualidad dentro de su inconsciente colectivo, diversas manifestaciones que se concretan en rituales mágicos que incluyen sus conocimientos sobre plantas medicinales y herbolaria. Es indudable que estas costumbres y tradiciones junto con el conocimiento astronómico del movimiento de rotación y traslación de nuestro planeta, los cuales dan origen al día y la noche y las estaciones del año son la base de la celebración del primer Viernes de Marzo.

LA CELEBRACIÓN DEL PRIMER VIERNES DE MARZO

La región de Tuxtla, ha estado habitada por los seres humanos desde hace por lo menos 6,000 años, formo parte lingüísticamente, de los protomayas, los cuales abarcaban desde la huasteca hasta la península de Yucatán, hasta que hace más de 3,200 años se incrusto la cuña de lo que hoy llamamos cultura Olmeca y que se asentó en la llamada zona metropolitana que abarco entre los ríos Papaloapan y Tonalá.

Los curanderos de la región de Tuxtla desde la época prehispánica son en su mayoría maestros de la herbolaria de curaciones y rituales. A su conocimiento de la naturaleza y arte simbólico se le tipifico como magia.

La magia ha estado presente en todos los tiempos, sociedades e individuos, es una respuesta psíquica del cerebro humano independiente a la difusión de ideas. Existe donde la frontera de la imaginación y la realidad es difusa, cuando las capacidades críticas de la razón se pierden en lo inexplicable. La vida, la naturaleza, el mundo y el cosmos son ejemplos magníficos del portento impenetrable de una potencia sobre humana a la que, en parte, todos pertenecemos.

Desde el periodo preclásico medio (1200-400 a.C.) la región del Tuztlan estuvo habitada por los Olmecas, los cuales tenían y veneraban a diversas deidades tales como al dueño de la tierra que residía en las cuevas, cerros y montañas sagradas, saltos de agua, ríos, lagunas, piedras y árboles. Así mismo tenían como deidades al jaguar, la serpiente, el dragón olmeca, los espíritus de la lluvia y el jade asociado al maíz. Al vivir en esta zona rica en variedad de plantas medicinales, las descubrieron y utilizaron en sus rituales mágicos para la sanación de las personas, creando un amplio repertorio de herbolaria que ha sido transmitido a través de los siglos.

El oficio de los curanderos era transmitido por maestros por medio de la tradición oral y la experiencia. Los datos diagnósticos de la región indígena sobre la ovogénesis, así como sus dioses y dueños de la tierra, el del maíz, se encuentran transformados en la magia tuxtleca. Al dueño de la tierra, cuevas y aguas se le denominan como chaneques; el huevo como principio de purificación, oráculo y curación; al dios del maíz como advocación de los santos en los rituales sagrados de los campesinos.

Al paso de las generaciones el oficio de curandería se denominó brujería y este se transformó, incorporando los cambios impuestos y algunos conocimientos que se han conservado en lo esencial. Las ceremonias de iniciación de la recolección de las plantas y cascaras curativas se fijaron en la tradición del primer Viernes de Marzo, siendo esta fecha muy cercana al equinoccio de primavera, el cual se origina por el movimiento de traslación de nuestro planeta alrededor del sol cíclicamente cada año.

Los conocimientos de la medicina natural siguieron siendo de origen prehispánico. En la actualidad la medicina simbólica es resultado del intercambio cultural. La población hispana después de la conquista española se asentó en la real villa de Santiago Tuxtla, sitio del cual se extendió dicha magia hacia San Andrés y Catemaco. Al paso de los siglos se dio un sincretismo incorporando el conocimiento herbolario prehispánico con la medicina europea y los rituales afroantillanos. Aun en nuestros días la celebración primaveral que debería ser el inicio del verdadero año nuevo tiene un significado de renovación de la naturaleza, del orden social y el individuo. Se instala en la purificación, se concibe como una vuelta al estado original de la creación primogenia que es permanente al paso de todos los tiempos.

Hasta ahora, entre los mestizos de extracción social indígena, las hierbas curativas se empiezan a recoger de la época del tiempo de figuraciones o simbólico del imaginario cultural la cual da inicio el primer Viernes de Marzo, la temporada incluye la cuaresma, la semana santa y termina el día de San Juan Bautista (24 de Junio). En parte coincide con el equinoccio de primavera, cuando por el movimiento de traslación visto desde la tierra es cuando el sol asciende en el cielo provocando el renacimiento de la naturaleza y con el último día de ascensión en el año del sol el 24 de Junio (solsticio de verano).

La brujería tuxtleca como liberación simbólica está más apegada a los instintos naturales subordinados en la sociedad. Niega la visión estrictamente religiosa del control institucionalizado; en consecuencia, niega sus promesas. Es mediadora entre el racionalismo y la religión. A pesar de ser impugnada y desplazada en la estructura social actual se ha conservado sin menos cabo de su conocimiento, se ha mantenido con el prestigio de ser depositaria de un saber antiguo de la cultura ancestral. Sin embargo, el proceso de mercantilización trata de apropiarse de la tradición y puede conducir a la perdida de la propia identidad histórica de la región.

La tradición cultural de la magia tuxtleca es producto de varios factores históricos:

• Esta región es considerada a nivel nacional como la zona con mayor variedad de plantas medicinales tiene.

• La región tiene miles de años habitada por seres humanos tales como las culturas: Protomaya, Olmeca, Teotihuacana, Tolteca, Pipil, Popoluca y Nahuas entre otros.

• Las raíces diluidas de las religiones prehispánicas.

• La influencia del cristianismo.

• La promoción eclesiástica de los santuarios regionales de Otatitlan y Catemaco.

• La conquista española que trajo grupos de esclavos de origen negro del África los cuales trajeron sus ritos tales como el vudú, además los grupos afroantillanos que introdujeron la santería.

• La gran difusión de la magia occidental a partir del siglo XX.

• El interés propio de los hoy denominados brujos o chamanes para adaptarse y actualizar su oficio.

• Recientemente la política del desarrollo turístico ha traído como consecuencia el aumento del público nacional de creyentes y turistas que, a su vez, ha influido en la proliferación de actividades económicas de este ramo.

A continuación, se describen algunos ejemplos de plantas medicinales y su forma de preparación descritos en el libro “plantas medicinales de los Tuxtlas y enfermedades con el nombre local y científico”, escrito por Don Clemente Campos Carvajal, historiador de las costumbres de Santiago Tuxtla y hablante del nahua pipil.

• Achote: Bixa orellana. Familia: Bixáceas. Para curar quemaduras. Parte utilizada: semillas. Modo de preparar: las semillas deben estar secas; en caso contrario, se tuesta y se hace polvo mezclado con tantito aceite de oliva y se aplica en la parte afectada. Se cultiva en los patios de las casas.

• Acuyo manso u hoja santa: Piper auritum HBK. Familia: Piperáceas. Para dolores de cabeza, migraña y estómago, se hierve una o dos hojas y se toma como agua de tiempo. Para asma y tos, se hace una infusión con una hoja y se toma tres veces al día. Para dolor de muelas, se ocupa un pedacito de raíz, se machaca y se pone en la parte afectada. Sus hojas son acorazonadas, crece silvestre; algunos arbustos llegan a medir hasta cuatro metros de altura. Además de ser una planta con propiedades curativas, sus hojas son usadas para ciertos guisos, como frijoles nuevos, hueso de cerdo en caldo, pescado en “tapao”, tamales y muchos más.

• Albahaca: Ocimun basilicum. Familia: Labiadas. Para curar enfermedades sobrenaturales, como mal de ojo; se ramea en el cuerpo. También se ocupa en los negocios para atraer la buena suerte, se pone en un vaso de agua. Se cultiva en los patios de las casas. De origen español.

• Bejuco de chaneque: nombre científico pendiente. Para curar “espanto”, se combina con ramas de azochil. Crece silvestre. Especie de enredadera que da flores de color zapote.

• Caña agria: Arthrostemma ciliatum. Para curar riñones y dolor al orinar o disuria. Parte utilizada: parte de la vara y hojas, se combina con otra planta conocida como “raíz de piedra” y otra llamada crespillo. Modo de preparar: se hierve y se toma como agua de tiempo. Crece silvestre; su altura varía entre 130 cm y 150 cm. Da un fruto de color rojo.

• Cocuite: Gliricidia sepium (Jacq.). Stendl. Familia: Leguminosas. Para curar salpullido. Parte utilizada: hojas. Modo de preparar: se refriegan las hojas, se echan en una botella que contenga alcohol y curtida se aplica en la parte afectada. Otros usos: se ocupa para cuando los caballos tienen torzón o meteorismo, se mojan unas ramas con agua y golpean en la panza del animal. Altura: entre 15 y 20 m. Crece silvestre y en cualquier dirección.

• Contra: nombre científico pendiente. Especie de bejuco que da unas bolas parecidas a la jícama por encima de la tierra. Muy efectivo para curar mordeduras de reptiles y arácnidos venenosos Parte utilizada: camote. Modo de prepararlo: se corta el primer viernes de marzo, en ayunas y en abstinencia sexual, se corta en rebanadas lo más delgadas que se pueda y se ponen al sol para que se seque. Una vez que está seco, se machaca y se hace polvo, por lo regular esto lo debe hacer una niña o señorita virgen. Se puede preparar cualquier día, pero solamente se debe cortar el día ya señalado, en caso contrario no tendrá ninguna cualidad de poder curar dichas mordeduras según opinión de los culebreros. Crece silvestre. Cuando alguien sufre de alguna mordedura de estos animales ponzoñosos, se hace un té de naranja, cuando está tibio se le agrega una cucharada pequeña de polvo de la contra y se da a tomar; también en cerveza al tiempo. Además de la toma, se hierve una planta conocida como redondilla y con el agua se lava muy bien en la parte afectada, en donde mordió el animal, se ponen emplastos de hojas de acuyo cimarrón, cogollo de apixi y hojas de redondilla, esto sirve para desinflamar.

• Cundo amor: Momordica charantia. Familia: Cucurbitáceas. Controla la diabetes. Parte utilizada: hojas. Modo de preparar: se hierven las hojas y se toma como agua de tiempo. Para curar heridas, sarna y salpullido. Parte utilizada: fruto. Modo de preparar: se machaca el fruto, se fríe y se pone en la parte afectada. Crece silvestre.

• Guayaba: Psidium guajava. Familia: Mirtáceas. Para curar vómitos y diarreas. Parte utilizada: cáscara. Modo de preparar: se hierve y se toma como agua de tiempo. Crece en los campos.

• Lengua de perro: Cynoglossum officinate. Familia: Boragináceas. Para curar dolores reumáticos y musculares. Modo de preparar: se curten las ramas con alcohol y se deja por lo menos cinco días antes de usarlo. Se aplica en la parte afectada, dando masajes. Crece silvestre. Su altura varía entre 30 y 35 cm.

• Maguey morado: Rhoeo discolor. Familia: Conmilináceas. Para curar infección en los riñones. Modo de preparar: se hierven la penca y se toma como agua de tiempo, se puede combinar con otra planta, llamada raíz de piedra.

• Ruda: Ruta graveolens L. Familia: Rutáceas. Para eliminar piojos. Parte utilizada: hojas. Modo de preparar: se hierve y el agua hervida se echa en la cabeza. Sirve también para limpiar y es de origen europeo. Crece cultivada en las casas.

• Zábila o Sábila: Aloe barbadensis. Familia: Liliáceas. Para curar la erisipela y como antinflamatorio. Parte utilizada: penca. Modo de preparar: se abre una penca y se coloca en la parte afectada para curar la erisipela. Otros usos: esta planta tiene propiedades místicas. Sirve para retirar maleficios y daños o para retirar envidias. Modo de preparar: se coloca en la puerta de una casa, amarrada con un listón de color rojo y cabezas de ajos. Crece cultivada en los patios de las casas.

• Zacate limón o té limón: Cymbopogon citratus Stapf. Familia: Gramíneas. Parte utilizada: hojas y tallos. Para controlar los nervios. Modo de preparar: se hierve y se toma como agua de tiempo.

• Techichi o árnica: Arnica montana. Familia: Asteráceas. Para curar dolor de cólico. Parte utilizada: hojas y flores. Modo de preparar: se hierve y se toma como agua de tiempo. También, para golpes internos. Crece cultivada en los patios de las casas.

PALABRAS FINALES

La medicina popular tuxtleca tiene una fuerte carga ideológica, mágico- religiosa que pertenecen a diferentes formaciones sociales: la sociedad indígena prehispánica, la configuración cultural hispana, que ya era sincrética por tener elementos de la cultura árabe, y las prácticas de origen africano traídas por la población esclava. A todo ello se suman en la actualidad elementos de la medicina moderna que son incorporadas y aplicadas (como técnicas terapéuticas).

Hasta ahora las prácticas y creencias indígenas de la región del Tuztlan respecto a la medicina tradicional tienen muchos elementos de su origen prehispánico, pero han sido incorporado progresivamente los símbolos cristianos, los santos católicos han ido sustituyendo a las imágenes de sus antiguas deidades; solo de nombre y en pequeña parte del contenido simbólico asociado aún mantienen prácticas y creencias predominantes de origen mesoamericano. Ahora como en el pasado, la función social de la medicina tradicional es reestablecer al individuo en su medio social y cultural devolviéndole su equilibrio físico y emocional.

Ing. Carlos Rafael Mendoza Fernández

Cronista de la ciudad de Santiago Tuxtla, Ver.






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