GRILLA DE GRILLOS

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Miriam Gracia magaña

Ayer en el café La Parroquia, el dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez fue el anfitrión de Alejandro Moreno Cardenas, Presidente Nacional del tricolor y de la siempre bien recibida Beatriz Paredes. La visita no cayó nada bien en el ánimo del líder estatal y su inseparable Anilú Ingram, ya que recibieron instrucciones de que dejaran de desgarrarse las vestiduras por Miguel Ángel Yunes Márquez, que no es ninguna víctima ya que tanto él como su hermanito Fernandito cometieron un delito. Así de simple y sencillo, “Alito” les ordenó dar la vuelta a la página y seguir adelante con la elección que ya quedan pocos días para el 6 de junio y no van a andar perdiendo el tiempo defendiendo a los del Estero, que mejor se apliquen y bien, porque las cifras de las últimas encuestas realizadas en la entidad veracruzana no favorecen a los candidatos de la alianza y menos a aquellos que van independientes. Será que esta noticia le cayó como bomba en el ánimo de Marlon Ramirez quien como empleado de Los Yunes ya no podrá andar armando circo y teatro. Su berrinche fue notorio pues así como llegó al restaurante, salió sin saludar a un solo comensal, la lujosa camioneta blanca de su propiedad se estacionó en lugar prohibido. Y eso que andan en campaña. ¿Y así quieren regresar?