GRILLA DE GRILLOS
COLUMNA GRILLA DE GRILLOS
GRILLA DE GRILLOS
Miriam Gracia Magaña
Tal parece que la desesperación es el sello que caracteriza al Presidente del CDE del PRD en Veracruz, Sergio Cadena Martínez, ya que tanto él como Marlon Ramírez del PRI, saben que sin el Partido Acción Nacional sus posibilidades de ganar en el próximo proceso electoral son prácticamente nulas, sin embargo sigue despotricando en contra del líder panista Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, a quien llama “cínico, mentiroso y egoísta”.
Esto en nada abona a las negociaciones, que si bien no se están decidiendo en Veracruz sino en la Ciudad de México, la opinión al menos de Guzmán Avilés tiene mucho peso en el Comité Nacional de su partido, a diferencia de los otros dos, quienes sólo son figuras decorativas. Es claro que de los tres, el Presidente de Acción Nacional en nuestro estado, Joaquin Guzmán es quien hasta el momento tiene más triunfos y experiencia en el tema electoral que Marlón y Sergio.
Pero ni con eso ganarán todas las posiciones que aseguran. El historial de los líderes que encabezan esta Alianza en Veracruz son bastantes oscuros: Marlon fue acusado de cometer fraude contra habitantes del predio Paso de Vergara Tarimoya, conocido como la Reserva 4 en la ciudad de Veracruz, cuando era funcionario de la dirección de Política Regional, en donde se hizo de tierras ejidales a base de engaños en contubernio con su padre, el abogado Pedro Ramírez Casas y líderes vecinales militantes del Partido Revolucionario Institucional; Sergio no pudo siguiera ganar dentro de su partido una diputación plurinominal, prácticamente se la arrebataron de las manos además no hay que olvidar aquel 3 de julio del 2013, justo cuando inició la veda electoral en Catemaco, una turba de perredistas encabezados por el entonces candidato a la presidencia municipal, Sergio Cadena Martínez, abrieron a machetazos cuatro bodegas del DIF Municipal, de donde sacaron despensas, material educativo y equipos de cómputo entre otras cosas, además de quemar dos camionetas, con el argumento “que lo del pueblo para el pueblo”, esto se llama robo; Joaquín Guzmán ha impuesto a toda su familia en cargos de elección popular en Tantoyuca en donde se ha convertido en un verdadero cacique.
¿Y estos son los personajes que piensan “salvar” el estado de Veracruz cuando han sido perdedores, corruptos y traidores? En San Andrés Tuxtla por ejemplo, el PRI será quien imponga candidatos aunque perdió ante MORENA y con los suspirantes que tienen no se ve por donde puedan ganar, lo mismo ocurre en Poza Rica, Cosoleacaque o Santiago Tuxtla. El PRD es solo un cascarón y dudamos que pueda ganar en Tuxpan, Xalapa Urbano o Coatzacoalcos. Mientras el PAN seguro no pierde Xalapa Rural, Coatepec y Córdoba. Los tres órganos políticos, PAN, PRI y PRD han encontrado un enemigo común en MORENA pero no para salvar al país o al estado sino porque quieren recuperar los cotos de poder que han perdido, por eso se apoyan en la iglesia y en los empresarios, esos que representan la ultraderecha. Sin embargo esta alianza tanto a nivel nacional como estatal no tiene un proyecto ideológico, porque los tres partidos están jugando sus cartas sin pensar en nosotros, los ciudadanos.
Tanto el PAN como el PRI ya estuvieron en el poder y no rescataron a México al contrario lo sumieron más en la pobreza y ahora vienen a mostrarse como paladines de la verdad sin asumir que fueron ellos quienes durante más de 70 años permitieron que los ricos se volvieron millonarios y que países extranjeros saquearan nuestras riquezas naturales. Y ahí los tienen, destrozándose como perros de pelea por posiciones, aún antes de la elección, en distritos en donde ya fueron ridículamente derrotados, siguen sin aprender la lección. Critican al Presidente Andrés Manuel López Obrador de populista, pero la gran mayoría de aspirantes de esa alianza lo imitan en todo, desde ir a comer a cocinas populares hasta repartir comida o juguetes, llegan en sus camionetas lujosas con sus ropas caras pensando que los ciudadanos pueden ser engañados como en el pasado.
La corrupción política y el nepotismo que por décadas ha caracterizado a estos partidos es lo que la mayoría de los veracruzanos no olvidará en el próximo proceso electoral en que habrán de elegirse 212 cabildos, 30 diputados locales uninominales, además de los diputados federales y senadores.
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