MORENA, CON EL ENEMIGO ADENTRO
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MORENA, CON EL ENEMIGO ADENTRO
Bisagra
Por José Páramo Castro
El simulacro de Congreso realizado por Bertha Luján, para desbancar al actual Consejo Ejecutivo general que encabeza Yeidckol Polevnsky, coloca a la chihuahuense en la disidencia del partido en el poder, porque dentro de la estructura de Morena no tiene cabida ante las reiteradas violaciones a los estatutos de ese partido.
Nadie imagina a Bertha Luján al frente de un partido político. Ahora se vale de la necesidad de algunos militantes para comprar su participación, desde luego que cuenta con un grupo adicional de ingenuos y mal informados que creen que ella es el futuro de Morena.
Lo que todo mundo se pregunta es la razón por la cual Luján quiere ocupar la presidencia de Morena, si ella sabe que carece de la capacidad para hacerlo. En una respuesta simplista podría decirse que ante la proximidad de las elecciones intermedias podría ella otorgar candidaturas, incluso venderlas. Que fue lo que se hizo en el PRD, iniciando el proceso de descomposición de ese partido.
Pero es precisamente en ese punto donde la intención de Bertha Luján irrumpe, porque pareciera que la intención real es deshacer Morena, así como empezó a desmembrar el PRD.
Desde luego que ella es sólo el instrumento, porque nadie se ha preguntado sobre el origen del dinero que Luján utiliza para su congreso, ya que el partido no puede darse estos lujos. Ni siquiera el actual Comité Ejecutivo Nacional puede disponer de los dineros del partido sin un consenso amplio para su utilización.
Esto quiere decir que no es Morena el que proporciona el dinero para congresos como el realizado el domingo 26 de enero, con personas acarreadas de todo el país. Con boletos de avión de los delegados incondicionales a sus ideas, con comidas y viáticos para otros tantos. Además del alquiler de carpas, sillas, mesas, la compra de refrescos y tortas, así como para la renta del lugar donde se lleva a cabo ese evento.
Lo que significa que hay alguien detrás de Bertha Luján con mucho dinero como para pagar eso y más con el objetivo de desaparecer Morena, con el pretexto de que no se realizan las tareas adecuadas del partido en el poder. Cuando en realidad no hay nada que reclamarle al actual grupo que encabeza al partido.
Quieren un centro de capacitación de cuadros, pero los estatutos y la lógica exigen un proyecto para poder entregar los recursos, plan que nunca han presentado.
Por si fuera poco, se actúa de manera por demás sectaria echándose a la bolsa al secretario de Honorabilidad y Justicia de Morena, el dominicano Héctor Díaz Polanco, quien muestra la parcialidad de su postura en todo momento y ataca al actual CEN en favor de la postura de su amiga Luján.
Es decir, la disidencia de Morena está dentro de Morena, y si tomamos en cuenta que no hay oposición, los medios retoman esta postura para darle vuelo a lo que ella pueda hacer contra Morena. En una acción que lo menos que muestra es traición y eso, simplemente eso, es motivo suficiente para sacarla del partido.
El actual CEN de Morena llevó a ese partido a la Presidencia de la República, ese es el principal problema. De ahí la actitud mercenaria de Luján y otros, no quieren estar al frente de Morena, quieren destruir a Morena.