LA RATA AZAMAR SE CHINGÓ DOS MILLONES EN LA «REMODELACIÓN » DE LA CANCHA DE BÁSQUETBOL
El sueño se volvió pesadilla cuando poco después de inaugurada esta magna obra la misma comenzó a presentar evidentes desperfectos y deterioros #TRABAJOSMALHECHOS #CATEMACO
LA RATA AZAMAR SE CHINGÓ DOS MILLONES EN LA «REMODELACIÓN » DE LA CANCHA DE BÁSQUETBOL
POLITICA EN EL ESTADO
Un verdadero peligro representa, para deportistas y espectadores, la cancha «Andrés Uscanga» municipal de usos múltiples del malecón de Catemaco conocida como «La cancha del mercado» donde se practican deportes como el voleibol, fútbol rápido y sobre todo básquetbol.
Dicha estructura es todo un icono en la cabecera municipal ya que es de mucha tradición y ha visto deportistas y atletas formarse en su interior desde hace muchos años, es por ello que la comunidad deportiva se alegró mucho cuando en la pasada administración, el entonces Alcalde Jorge González Azamar «El Cachetón», anunció una inversión histórica para remodelar dicho sitio con más de dos millones de pesos.
El sueño se volvió pesadilla cuando poco después de inaugurada esta magna obra la misma comenzó a presentar evidentes desperfectos y deterioros pues los materiales utilizados para su remodelación no fueron los adecuados, además de que la cancha y en general gran parte de la obra ya existía por lo que el Cachetes lo único que hizo fue empotrar una obra de pésima calidad sobre una obra ya existente por lo que el resultado fue desastroso.
«Este lugar es un desastre, las paredes se sumen, tiene fisuras y no cuentan con nada de estabilidad, es como si le pegaras a un tambor hueco, así suena porque las paredes no son macizas están hechas de puro aparente, ahorita que llueve es una goteadera de lo peor, el agua escurre por las paredes y se filtra por las mismas, había un callejón entre el bule y la cancha, ahí cerraron para hacer una bodega toda mal hecha porque es del mismo material y acumula agua que luego se escurre hacia las canchas además de que todo está mal hecho, lo único que pusieron nuevo fueron los tableros porque de ahí en fuera en donde están las gradas ni siquiera fueron capaces de terminar la pared, solo pusieron una tela tipo fieltro con flores que los propios deportistas quitaron ya que generaba mucho calor, en general este lugar no solo es feo sino que representa un gran peligro para quienes vienen aquí», señaló un importante promotor de fútbol rápido en Catemaco.
Tal como deportistas y asistentes recurrentes a este lugar, dicha obra es un asco y se encuentra en pésimas condiciones puesto que a pesar de que se reportó un gasto de más de dos millones de pesos para su remodelación gran parte de la misma ya existía y los materiales usados son de pésima calidad.
La cancha solamente fue pintada, las paredes existentes solo las pintaron, las gradas ya estaban solo les pusieron butacas, el techo no se atendió y las paredes fueron hechas de un material conocido como fibrocemento sostenidos con montenes, material que no se recomienda para exteriores ni para lugares de uso rudo como es dicha cancha, también se abusó del uso de tablarroca, y el pésimo diseño del lugar provoca que las propias divisiones guarden agua y ya represente un peligro para la ciudadanía en general, entre otras muchas irregularidades.
Juzgue usted amable lector si esta obra a la que no se le hizo una sola pared, se usaron materiales de muy baja calidad y no aptos para la misma e incluso solo se le dio una manita de gato a lo ya existente… ¿Cree usted que costó más de dos millones de pesos?
Una obra que se está cayendo a pedazos, donde las paredes guardan agua, donde los escurrimientos de las mismas forman charcos y donde la obra en sí fue hecha al madrazo no puede ser segura para nadie y menos para los deportistas, es más la presente administración municipal debería mandar a clausurar este lugar porque se le puede caer una pared encima a alguien cualquiera día de estos.
Esta es una clara muestra de lo que fue la administración de González Azamar, obras de relumbrón, de aparente, de pésima calidad y sin modificar la estructura básica de las mismas.
Ni siquiera se tiene que suponer un presupuesto inflado o el desvío de recursos usted amable lector puede hacer conjeturas solo viendo el pésimo estado de este lugar que costó millones al pueblo de Catemaco y que el día de hoy no solo no sirve sino que representa un verdadero peligro para todos.