EFECTOS DE LA VISITA DE AMLO
Prosa aprisa
Arturo Reyes Isidoro
Para usar un lenguaje beisbolístico, que es su deporte favorito, cuando el partido apenas empieza Andrés Manuel López Obrador ya va prácticamente de dos dos, esto es, con dos hits en dos turnos al bat.
A lo que me refiero es que con su visita de mañana al Estado y hasta el domingo, habrá venido dos veces en dos meses, o sea, una visita por mes: la otra fue la del 2 de diciembre apenas había asumido la presidencia.
En mis años de periodista, no recuerdo algo igual por parte de un Jefe de la Nación, como tampoco que haya pernoctado dos noches seguidas en suelo veracruzano.
AMLO llegará mañana por la tarde al sur del Estado donde encabezará un acto en el municipio de Minatitlán y ahí pernoctará. El sábado tendrá otro evento en Acayucan por la mañana y llegará a dormir a Córdoba, para encabezar el domingo otra actividad también por la mañana (no será nada raro que el sábado asista a las fiestas de La Candelaria en Tlacotalpan).
Su visita tiene varios efectos.
Viene a cumplir uno de los compromisos que anunció el 2 de diciembre en Xalapa: atender la problemática que existe con el basurero de Las Matas, entre los municipios de Coatzacoalcos y Minatitlán.
¿El presidente de un país del tamaño y de la importancia del nuestro, preocupado y ocupado en un basurero habiendo otros graves problemas?
Eso lo hace diferente. Presidentes priistas y panistas pasaron y ninguno siquiera volteó a ver uno de los tiraderos de basura a cielo abierto más grandes del país, acaso el más grande, convertido en un riesgo ambiental desde hace más de veinte años.
En su campaña, vecinos de Minatitlán le solicitaron que los ayudara a resolver el problema y desde el 28 de diciembre pasado envió a la titular de la Semarnat, Josefa González Blanco, a supervisar el inicio de los trabajos de remediación que, dijo entonces, estarán acompañados de beneficios sociales.
Como dice el dicho, el movimiento se demuestra andando y López Obrador no solo no decidió olvidarse de uno de sus ofrecimientos sino que puso manos a la obra de inmediato.
Su antecesor Enrique Peña Nieto presumió en un acto mediático avalado por un notario público la firma de diecisiete compromisos con Veracruz, de los cuales solo cumplió unos cuantos.
Otro compromiso que ya empezó a cumplir AMLO, aunque el acto inicial tuvo lugar en el estado de Oaxaca, fue la del Corredor Transístmico, ahora Corredor Transoceánico, que impactará fuertemente en el sur de Veracruz porque tendrá su otro eje en Coatzacoalcos.
Obras son amores, no buenas razones, dice otro conocido refrán. El presidente en lugar de estar con el verbo encendido diciendo que quiere mucho a Veracruz y a los veracruzanos, mejor actúa.
Sus acciones le permiten estar cerca de la gente, mantener su contacto con los ciudadanos que le dieron su voto, en especial los del sur, a quienes ahora responde. ¿Alguien piensa que perderá toda esa adhesión?
Es inevitable pensar y creer que de paso viene a darle el espaldarazo al gobernador Cuitláhuac García Jiménez… y a su partido Morena.
Con esto, empezará a evitar que la hierba de la indiferencia cubra el camino político que ya abrió en todo el Estado, camino que tiene como meta intermedia el 2021 cuando habrá elecciones de alcaldes y diputados.
López Obrador sabe la importancia política y electoral de Veracruz por el tamaño de su padrón de ciudadanos y seguramente querrá asegurar los votos que ganó el año pasado para aspirar a que su partido retenga la presidencia en 2024.
La de este fin de semana seguramente será una de muchas visitas que realice al Estado y si siempre viene a ofrecer soluciones a los problemas entonces no será difícil que sume más simpatías veracruzanas para su causa.
Habrá que esperar el resultado de su gira y conocer los anuncios que haga para hacerse una idea más precisa de cómo le irá o le puede ir a Veracruz con el nuevo presidente.
Si empieza a barbechar el territorio político estatal con toda anticipación, entonces a los que no les irá nada bien será al PRI y al PAN, sin duda alguna.
La visita tendrá otro efecto más: servirá para descalificar los rumores de que Cuitláhuac García dejaría la gubernatura.
Renunció Director de Seguridad municipal
Con fecha del lunes pasado, Julio César Sánchez Amaya renunció al cargo de Director de Seguridad Ciudadana de Xalapa. Hasta donde se sabe, le esperan nuevas tareas relacionadas con lo que más sabe: la seguridad pública.
Sánchez Amaya era de lo mejor que tenía el Ayuntamiento, había diseñado un gran plan de seguridad ciudadana que ya no podrá concretar. Sin duda es una gran pérdida para la administración de Hipólito Rodríguez.
¿Por qué votó bajo protesta?
Sobre el juicio político contra el fiscal Jorge Winckler, llama la atención que de los dos diputados de Morena que conforman la Comisión Instructora, Jessica Rodríguez, Secretaria, firmó el dictamen bajo protesta. ¿Por qué?
No se sabe si porque no está totalmente convencida o de acuerdo y así el primero de dos dictámenes que ya está en la Secretaría del Congreso listo para que la Junta de Coordinación Política lo pase al pleno podría considerarse que lleva una sola firma a favor, la del diputado moreno Rubén Ríos, porque el otro, este del PAN, Enrique Cambranis no firmó.
Algunos que saben de estas cosas me comentaron que sobre el juicio político llama la atención que los diputados de Morena hayan avalado la procedencia del dictamen puesto que no existen causales para ello y que lo que están haciendo es una enorme aberración jurídica.
Por otra parte, quienes obtuvieron detalles de la comparecencia ante diputados de Winckler afirman que este los evidenció de que no saben distinguir entre delitos del orden federal con los del fueron común.
El asunto se le ha complicado al morenismo y el gobernador Cuitláhuac García debe estar tomando nota para saber cuáles son los alcances de los suyos y qué puede esperar de ellos, porque todavía falta mucho tramo por andar y puede hacer los ajustes necesarios.