EN LA LIV REUNIÓN DE LA GENERACIÓN “AZTECA”
Mensaje del maestro FELIPE BUSTOS GARCÍA
Invierno del aquel año de 1963, la palabra del maestro Andrés Ortíz Arcos resonaba en el comedor -auditorio del gigante blanco enclavado donde empieza el ascenso al simbólico Cofre de Perote.
Se nos entregaban Cartas de Pasantes como Maestros de Educación Primaria a 40 miembros de la séptima generación de egresados de aquella gloriosa institución.
Eran otros tiempos, nuestra formación, iniciada en Misantla, se hizo en base al Plan de Once Años de Jaime Torres Bodet, el cual fijaba metas regionalistas en la tarea que nos correspondería en la construcción de una sociedad solidaria y nacionalista en la que la finalidad significativa , siempre común, debía -como inspiración y causa ética- ser el logro de la igualdad en las oportunidades educativas de los alumnos y la sociedad integrada; la democracia participativa en la construcción de nuestra escuela como edificio y como institución símbolo, en la búsqueda de la plena realización personal y familiar de cada comunidad rural o urbana en la que nos correspondiera participar en su evolución.
Nuestro objetivo – así nos lo diría el maestro Ortíz Arcos en aquel su discurso vibrante que nos ataría a un compromiso ético profesional que ya nunca se separaría de cada uno de nosotros, no debería jamás limitarse al claustro académico y de formación de la niñez en el espacio de una aula o la territoriedad de nuestra escuela, sino, debiera, trascender en la vida colectiva, encauzando las buenas voluntades en el cooperativismo y la solidaridad participativa y democrática, en el afán de cimentar los soportes del movimiento social mexicano más importante en el ámbito mundial que inspiraba todavía en ese tiempo y hasta apenas una veintena de años atrás las políticas gubernamentales.
Vigente estaba el nacionalismo ferviente, la hermandad democrática y el respeto a la ley y las instituciones y, sobre todo: un sentido arraigado de ciudadanía y de patria.
Nosotros hoy, lo creo porque cada uno ha seguido los pasos en lo profesional de los otros 39, seguimos siendo los mismos, nuestra formación filosófica educativa y la ética que nos inculcaran nuestros maestros ha pervivido en nuestras acciones y nuestra vida profesional familiar y de impacto en la sociedad.
Sólo que los tiempos ahora ya son otros.
La lucha que cada uno hizo florecer al lado del ejido, del obrero y el modesto trabajador y sus hijos, está hoy restringida, opacada, por no decir desactivada por el sistema económico que domina el mundo: el cruento neoliberalismo, cuya única fé, creencia y religión es la acumulación global, empresarial, de la riqueza. Sistema que es una realidad, ha afirmado firmes sus garras en nuestro país y nuestra estructura social, provocando cambios casi imposibles ya de revertirse.
En estos momentos en que pareciera que la Patria se nos va de entre las manos en la rebatinga del entreguismo gubernamental de las riquezas nacionales -que originalmente eran de todos- en abusivos pactos comerciales con las empresas transnacionales, en que la nación se resquebraja, el Estado se enclaustra en fines convenientes sólo para quienes ejercen el poder económico, político y hasta religioso y el gobierno sólo acusa proteger a los dueños del poder económico, es que requerimos revisar nuestro historial y nuestro caminar para rescatar, en nuestro ámbito - que es quizá el más importante de todos en la construcción de una nación y una Patria, pues es la educación- el ejemplo de lucha de quienes constituyeron esta generación “azteca” de la normal rural de Misantla- Perote.
Tener presente a ANTONIO AÍNSA VILLA, PEDRO ALONSO CATARINA, ARTURO ALVARADO MORALES, JAVIER ARCE GONZÁLEZ, GASPAR ÁVILA BUENFIL, RAFAEL BANDALA CALDERÓN, FELIPE BUSTOS GARCÍA, JOSÉ GILBERTO CASTELLANOS M, ATANASIO CASTILLO TRUJILLO, CRESCENCIANO CAMACHO GÓMEZ, TIMOTEO CLEMENTE MAR, ANTONIO DE LA CRUZ HERNÁNDEZ, ROSENDO DE LA CRUZ JUÁREZ, NOLASCO DE LA CRUZ ORTÍZ, JUAN DE LA CRUZ PASCUALA, RAYMUNDO DEL ANGEL BALTAZAR, REYNALDO DE LA VEGA CERÓN, INOCENCIO DÍAZ AZUARA, EPIGMENIO DOMÍNGUEZ CRUZ, ARIEL ESCUDERO CHARGOY, ARTURO HERRERA ACOSTA, FLAVIO HERNÁNDEZ LARIOS, CELESTINO FRANCISCO HERNÁNDEZ, LUCIO GARCÍA FLORES, PEDRO GÓMEZ CASANOVA, JOAQUÍN GUERRERO AZUARA, JAVIER GUEVARA TREJO, IGNACIO GUZMÁN ESCAMILLA, ELOY GUZMÁN MARTÍNEZ, MARTÍN CRUZ HERNÁNDEZ, MANUEL HERNÁNDEZ MARTÍNEZ, ROBERTO LANDA, ROGELIO RAMÍREZ CORONA, MIGUEL ANGEL RAMÓN GARCÍA, RUBÉN RUBIO RAMÍREZ, ARIEL SÁNCHEZ ARGÜELLES, JOSÉ LUIS SAN GABRIEL RAMÍREZ, JERÓNIMO SOBREVILLA ITURBIDE, CELESTINO SOTO DOMÍNGUEZ, FIDEL VÁSQUEZ DÍAZ, ARNULFO VIVEROS AGUILAR, ROSARIO ZALETA PONCE, LUCIO ZEQUERA ARENAS EL ANEXO HUMBERTO SANTOS MONTENEGRO y, en forma muy especial, al autor de esta unidad, solidaridad y conjunción de ideales y metas sindicalistas y profesionales que ha persistido y pervivirá en la inspiración profesional de nuestros hijos y nietos dentro de nuestra organización sindical, a lo largo de 54 años de vida entregada a la defensa de los derechos laborales de los trabajadores y el respeto a la dignidad y profesionalismo de los maestros de Veracruz y México: JUAN NICOLÁS CALLEJAS ARROYO.
Compañero real y leal, siempre presente en aquellas aulas primero improvisado, compartiendo las estancias frías e incómodas, aquellos uniformes informes, las raciones las más de las veces raquíticas, el frío que calaba los huesos, pero despertaba ideales y la sabiduría de nuestros inolvidables maestros.
Y en la tarea de ser maestro, el primero en la lucha y en asumir la responsabilidad y los riesgos de la aventura sindical y profesional.
HERMANO JUAN, símbolo de nuestra generación de maestros en lucha, hoy y siempre, en tu tierra natal Misantla, donde dejaste sembrada tu semilla de amor docente, refrendamos ante ti, nuestro compromiso de ser siempre leales a la dignificación magisterial en contra de quienes quieren abatir la obligatoriedad del estado de brindarla laica, gratuita y en igualdad competitiva.
Cierro con el deseo expresado en el colofón del discurso del maestro Andrés Ortíz Arcos, aquella noche de nuestra graduación:
Maestros de la Generación Azteca, dignos hijos de la Escuela Normal Rural de Misantla - Perote: que la docta Palas Atenea ciña por siempre vuestras sienes, con el lauro inmarcesible de la omnisapiencia.
Creo que así ha sido.
